Satélite, Edge Computing y 5G: Innovación para una conectividad más eficiente

Estamos rodeados de soluciones IoT (o Internet de las cosas) en nuestra vida diaria a través de wearables y máquinas conectadas. Hasta ahora, esos dispositivos IoT recolectaban mucha información que tenían que enviar a plataformas lejanas para ser analizada, pero gracias al Edge Computing la analítica de datos se realiza in situ y en tiempo real. De esta manera, y gracias a la incorporación de la tecnología 5G, los dispositivos dejan de tener un papel tan pasivo, procesándose la información cada vez más cerca del lugar donde se han creado. No tener que transmitir todos los datos a la nube supone un ahorro de costes importante, así como una respuesta mucho más rápida que se traduce en una mejor experiencia de usuario.

Pero ¿qué aporta el satélite en todo esto? Lo primero es que la infraestructura ya está desplegada, lo que significa que no hay que hacer una inversión extra en este ámbito. Además, tiene cobertura global en cualquier punto del territorio existente bajo su huella y permite que la prestación de esta clase de servicios no quede relegada sólo a las grandes ciudades, sino también a los entornos remotos o con una densidad de población menor y a las actividades productivas que allí se realizan. Del mismo modo, el satélite permite desplegar este tipo de tecnología en medios de transporte terrestres, aéreos o marítimos. Por último, el satélite puede complementar de manera independiente otros despliegues de comunicaciones que ya puedan existir (por ejemplo, la fibra) de forma confiable, robusta y segura.

Así es como el satélite y el Edge Computing conforman dos tecnologías que se complementan a la perfección. El satélite permite hacer llegar esta tecnología a lugares donde sería imposible de otro modo y, gracias a ello, el Edge Computing puede reforzar su potencial por medio del satélite, ya que muchas de sus aplicaciones, al consumirse de forma local, se pueden emplear y optimizar para la gestión de la red.

El acceso más rápido y económico a los servicios 5G con problemas de poca o nula cobertura

De esta manera, HISPASAT, está desarrollando en colaboración con de Nearby Computing, Masmóvil y Cellnex una solución que permite acercar las bondades del 5G y el blockchain a todos los usuarios, incluso a los ubicados en entornos totalmente remotos, incluidas aquellas aplicaciones y servicios que requieren de alto ancho de banda y latencia baja, como es el caso del cloud gaming, (a través de la empresa Ludium Lab), la realidad aumentada, la videoconferencia empresarial (a través de Quobis), la conducción autónoma o  la red de entrega de contenidos o CDN de Transparent Edge Services.

Esta solución tiene dos partes diferenciadas. Por un lado, un despliegue local cerca del usuario que incluye las aplicaciones y el tráfico 5G y, por otro, una plataforma centralizada para gestionar esos despliegues locales que se encuentra en un data center en cualquier parte del mundo o incluso en la nube. Al unir estas dos partes, el satélite permite conectar a los usuarios con el resto de las redes pasando de lo local a lo exterior.

El piloto se encuentra actualmente en fase de desarrollo y durante los próximos meses se analizarán las futuras vías de comercialización de este tipo de soluciones en entornos públicos y privados.