Los bajos niveles de conectividad en este sector suelen ser el resultado de la ubicación geográfica de las explotaciones, en las que la infraestructura terrestre no cuenta con un despliegue suficiente, y de otros condicionantes como la limitada información que se dispone al respecto.
Las zonas rurales, despobladas o de difícil orografía se ven afectadas por una mala cobertura de las infraestructuras terrestres de telecomunicaciones impidiendo que puedan sumarse al proceso de transformación digital. En concreto, en España cerca de 3,2 millones de personas aún no pueden acceder a una red de calidad. Este problema es más acuciante en los terrenos dedicados al cultivo o a la ganadería, donde el despliegue de redes es más deficitario que en los grandes núcleos de población, y supone una dificultad aún mayor en regiones como América Latina, en las que las infraestructuras terrestres no cuentan con un despliegue tan amplio como en España y en las que las extensiones dedicadas al sector agrario son mucho mayores. Esta carencia de conectividad impide la aplicación de procesos digitales para la gestión de fincas en estas zonas.
La tecnología satelital ha demostrado que puede ser un medio muy capaz de enfrentarse a este reto permitiendo dar conexión a Internet desde cualquier punto, lo que la convierte en la solución tecnológica idónea para el sector agroalimentario.
Con un terminal satelital de reducidas dimensiones, bajo consumo y fácil instalación puede encargarse de transmitir de forma continua los datos enviados desde los sensores que monitorizan el ganado o las plantaciones. También, los terminales satelitales autoapuntables son una solución óptima para proporcionar conectividad en entornos de movilidad como el de la maquinaria agrícola. Todos estos terminales mediante energía solar, lo que les permite ampliar su cuota de mercado y llegar a territorios que carecen de comunicaciones terrestres, como a los propios empresarios agrícolas, a los que les facilita la toma de decisiones, aumenta su productividad y reduce los consumos de agua, abonos y fitosanitarios. Esta tecnología también garantiza la trazabilidad de los productos y contribuye a minimizar el impacto de la actividad agropecuaria en el medio ambiente.
Según las previsiones del informe ‘Perspectivas de Población 2019’ de la FAO, el sector agroalimentario debería estar digitalizado al 70%-80% en los próximos 5 años para responder a los retos que se plantean en este ámbito. Para hacer posible este objetivo hay que poner en marcha soluciones IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) que atiendan las demandas específicas del sector agroalimentario, haciendo posible la llegada de la denominada ‘Agricultura 4.0’. Es decir, la digitalización, automatización y agilización de procesos que impulsen la competitividad del sector gracias a una mayor precisión en la utilización de recursos: uso inteligente de fertilizantes, reducción del consumo de agua, vigilancia de las cosechas, control de enfermedades y plagas, etc.
En HISPASAT contamos con un portfolio de soluciones para el mundo agrario que incluye aplicaciones de conectividad robustas, eficientes y adaptables a las necesidades concretas de cada cliente final para facilitar su transformación digital, incluyendo servicios para la transmisión de datos de IoT, conectividad de dispositivos gracias a una red WiFi satelital y transmisión de datos de maquinaria agrícola en movilidad. Estas soluciones son combinables entre sí e independientes de infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones terrestres. La cobertura universal de su flota sobre Europa, América y norte de África y el rápido despliegue de los terminales de usuario convierten a nuestros satélites en una solución de conectividad idónea para una industria como la agroalimentaria.
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El 5G se ha definido desde su origen como una red de redes, fruto de la confluencia de distintas tecnologías hacia un escenario convergente. Si las generaciones anteriores (2G, 3G, 4G) se enfocaban en conectar a las personas, el 5G pretender conectar en todo momento objetos y personas estén donde estén, tanto con otras personas como con otros objetos.
Desde HISPASAT ya sabíamos el papel fundamental que tienen las infraestructuras de comunicaciones y en este año 2020 se ha confirmado la importancia que adquirido en nuestras vidas el sentirnos conectados en todo momento. Por eso nuestro equipo ha dado lo mejor de sí para trabajar durante un año tan complejo, donde las casas se han convertido en oficinas y lo hemos tenido más difícil que nunca para poder conciliar la carga de trabajo con el resto de obligaciones; especialmente nuestros controladores, que se han esforzado al 100% para ofrecer un servicio sin incidencias en momentos de tanta incertidumbre.
Dos años después, volvemos al Mobile World Congress con un amplio abanico de novedades en el ámbito de la conectividad vía satélite para entornos remotos y en movilidad que podréis descubrir en nuestro stand 7C50, ubicado en el hall 7.
El proyecto piloto Smart Boat de Redeia y Nexmachina ha desplegado sensores IoT en una embarcación de Hondarribia para controlar la seguridad de su tripulación y mejorar su actividad pesquera.
En Redeia, a través de HISPASAT y Elewit, lidera un proyecto piloto en el que trabaja con el integrador de soluciones IoT Nexmachina para implantar en la zona una serie de aplicaciones de conectividad encaminadas a mejorar las condiciones de los pastores en sus cabañas, garantizar su seguridad y optimizar los recursos de los municipios de la zona.