TEJIENDO ALIANZAS PARA COMPRENDER Y AYUDAR AL ENTORNO RURAL

Hispasat está muy comprometida con el desarrollo del ámbito rural. Nuestro presidente, Jordi Hereu, ha participado en la presentación de una alianza de seis empresas para mejorar la vida y la economía del ámbito rural: Agbar, Banco Sabadell, Redeia, Hispasat, SAREB y Universitat Oberta de Catalunya. 

Este un proyecto “compromiso rural” innovador de colaboración público-privada, que cuenta con el apoyo de la Secretaría General de Reto Demográfico y ha sido promovido por el Institut Cerdà. Como ha explicado su director, Carlos Cabrera, faltaba eficiencia a la hora de abordar la apuesta por el mundo rural. 

Después de casi dos años en grupos de trabajo se ha puesto de manifiesto que para que prosperen los proyectos que están poniendo en marcha las empresas es necesario tejer alianzas. La complejidad del problema es de tal envergadura que no puede ser abordada de forma unilateral. Hay que provocar una masa crítica, crear demanda. Establecer sinergias alrededor de empresas e instituciones. Todo ello con una finalidad, que el territorio esté más preparado para entender los cambios que se están produciendo en nuestra sociedad y pueda afrontarlos.

Para elegir los proyectos se han puesto tres requisitos. El primero, que sean productivos -que generen resultados en el territorio y sean capaces de ser rentables por sí mismos-; en segundo lugar, que estén arraigados -que cuenten con agentes del territorio- y que sean colaborativos (público-privado y social); y por último, que sean escalables, que puedan crecer y que sean replicables.

Hemos aprendido que son iniciativas muy innovadoras, por lo que necesitan una prueba piloto, un rodaje, para que luego puedan ser replicables.

En todo este proceso, una de las mayores dificultades que se han detectado es la dificultad de la comunicación. Llegar al ámbito rural, escuchar y ser escuchado por su gente, es muy complejo para todas las empresas que tratan de poner en marcha iniciativas que mejoren la calidad de vida. La desconfianza es infinita. Todo un reto para cualquier equipo de comunicación. Por este motivo, cualquier ayuda y colaboración es poca.

Como ha explicado Jordi Hereu, Hispasat lleva esta preocupación por el desarrollo de los territorios en su ADN. “Para nosotros este es el punto de inicio en el proceso, en el momento en que llega la conectividad a un territorio se inicia un proceso de transformación. Algo parecido sucedió en España hace cincuenta años cuando llegó la electricidad a nuestros pueblos y abrió un mundo de posibilidades de desarrollo de aquellas familias que se habían mantenido hasta ese momento al margen del progreso”. El presidente de Hispasat explicó que “no somos expertos en innovación social, ni en la gestión forestal, ni en ganadería o agricultura inteligente. Por este motivo somos promiscuos, necesitamos la alianza con quien sí sabe de todo esto. Nosotros traemos la conectividad y necesitamos cooperar con la gente que sabe de bosques, de agricultura, de ganadería, de gestión forestal, de emprendimiento social, de agua… Somos el punto y seguido de un proceso en el que hay muchas cosas por hacer y donde con la ayuda de la tecnología digital ya podemos decir sin equivocarnos que todo es posible”.

Jordi Hereu fue rotundo al afirmar que “necesitamos un diseño general de política general y después miles de alianzas que lo hagan posible en colaboración con el mercado”. Añadió que por primera vez desde el Estado hay un diseño integral e integrador, sabemos dónde queremos ir en el ámbito del territorio. Este es el marco, pero ahora necesitamos la suma de muchos elementos. No es un proceso nada fácil porque mientras estamos aquí hablando, la gente sigue concentrándose en ciudades”.

En definitiva, insistió en que “por primera vez tenemos política pública y se ha conseguido que esta cuestión del desequilibrio territorial esté en la conciencia de la gente, se habla más de ello”. E incluso, añadió, “estos ecos han llegado al mundo de la empresa”. Así puso un ejemplo, “formamos parte de Redeia, que antes colocaba sus torres como puntos de apoyo de sus redes en el territorio, pero sin el territorio. ¿Qué es lo que ha cambiado? Lo que ha cambiado es que ahora se habla con el territorio, se le escucha, se le ayuda, porque se trabaja para el territorio. Es decir, el territorio ahora forma parte de la agenda de Redeia”.
En su opinión, “hay un liderazgo del Estado, que es quien lleva el volante y a partir de ahora tiene que poner en marcha el motor del mercado, que es fantástico. No hacen falta más diagnósticos, hay más de 30.000… pero ahora falta la agenda de proyectos concretos. Se requieren iniciativas diseñadas con las gafas de lo rural, porque aquí estamos acostumbrados a realizar aproximaciones que no tienen en cuenta el punto de vista de la gente”.
Ahora tenemos los mimbres para hacer el cesto, concluyó Jordi Hereu. “Podemos conseguirlo, porque llevamos años sin avanzar.”.