La conectividad es una herramienta fundamental para impulsar un desarrollo igualitario de la sociedad. Sin embargo, las diferencias que existen en el despliegue de infraestructuras entre el mundo urbano y rural suponen un obstáculo para que las poblaciones más remotas y dispersas puedan tener las mismas oportunidades que las grandes ciudades en derechos básicos como la educación o la sanidad. Esto ha agravado las consecuencias de la pandemia en regiones como América Latina, en cuyas zonas rurales la escolarización se ha frenado en seco.
Según un informe de 2020 del Banco Interamericano de Desarrollo, el 46,1% de los hogares urbanos de Ecuador tienen acceso a Internet, frente a sólo el 16,6% de los hogares rurales. El difícil acceso a las zonas más remotas de provincias como Orellana, Carchi, Morona Santiago, Napo o Pastaza, enclavadas entre los Andes y la selva amazónica, hace muy difícil el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones terrestres.
Por eso el uso de la tecnología satelital es clave a la hora garantizar el acceso a la conectividad y a una educación y sanidad de calidad. Desde hace unos meses, HISPASAT ha colaborado con el gobierno de Ecuador a través de su Vicepresidencia y sus ministerios de Educación, Sanidad Pública y Telecomunicaciones y Sociedad de la Información para poner en marcha dos proyectos piloto que demostraran la viabilidad de unos servicios de calidad que redujeran la brecha digital en sus zonas rurales. Este trabajo se concretó con dos actos en los que se hizo entrega de dichos proyectos y que tuvieron lugar los días 2 y 3 de diciembre:
El primero de ellos consiste en el despliegue de cinco soluciones completas de aula digital en parroquias rurales de Orellana, Carchi, Morona Santiago y Napo. Gracias a ellas, los profesores deciden qué contenidos quieren trabajar con los alumnos y se descargan vía satélite en un dispositivo local. Gracias al WiFi desplegado dentro de la escuela, los alumnos pueden almacenar estos contenidos en unas tablets que también se les ha facilitado y trabajarlos en su hogar sin necesidad de recurrir allí a un acceso a Internet que sus familias no pueden permitirse por razones económicas o de mera cobertura. Estos dispositivos cuentan también con un software antirrobo que impide que puedan utilizarse en otras redes diferentes a la de la escuela para otras cuestiones que no sean las relacionadas con el ámbito educativo. Además, en los alrededores de estas escuelas se ha desplegado una segunda red WiFi, esta vez externa, para que los 400 alumnos beneficiados por esta solución puedan conectarse a ella incluso cuando estén cerradas y para que también los miembros de la comunidad cuenten con acceso a Internet.
En el segundo, se va a llevar a cabo la instalación de un sistema de teleconsulta remota y videoconferencia en la parroquia rural de Cuasha (provincia de Pastaza) y un sistema de monitorización ubicado en el Hospital General de Puyo. Este sistema cuenta con diverso equipamiento médico de exploración y diagnóstico para que los asistentes de Cuasha puedan medir las constantes vitales de los pacientes, realizarles electrocardiogramas o inspeccionar su piel, iris, garganta u oídos para que, en tiempo real, los médicos especialistas de Puyo puedan supervisar vía satélite su estado en tiempo real.
Las telecomunicaciones son fundamentales para fomentar el crecimiento del PIB, promover la inclusión y proporcionar beneficios sociales como los cubiertos por medio de estos dos proyectos piloto. La tecnología satelital y la cobertura de HISPASAT sobre Ecuador (o cualquier otro país de América Latina) permitirían no sólo extender estas dos experiencias al resto de parroquias remotas del país que así lo necesiten, sino también dinamizar sus sectores productivos, algunos tan básicos en la economía nacional y necesitados de una transformación digital como el pesquero.
El proyecto piloto Smart Boat de Redeia y Nexmachina ha desplegado sensores IoT en una embarcación de Hondarribia para controlar la seguridad de su tripulación y mejorar su actividad pesquera.
Este 2021 que ahora termina, marcado por la pandemia y las medidas encaminadas a reducir su impacto, ha sido para HISPASAT un año repleto de buenas noticias e iniciativas de gran importancia para el impulso de la conectividad en España y el continente americano.
Desplegamos con el gobierno de República Dominicana tres pilotos de aula digital en escuelas rurales del país que carecen de conectividad.
Adquirimos la participación de Telemar (Oi) en HISPAMAR Satélites para obtener la totalidad de su capital social y seguir siendo el operador de referencia en los mercados de español y portugués en la región
Este 2021 que ahora termina, marcado por la pandemia y las medidas encaminadas a reducir su impacto, ha sido para HISPASAT un año repleto de buenas noticias e iniciativas de gran importancia para el impulso de la conectividad en España y el continente americano.